viernes, 5 de octubre de 2012

DISEÑO GRÁFICO



Con 16 años empecé a trabajar para un imprenta que se inició en artículos de promoción, lo que mas tarde se llamaría  merchandising. Yo no era diseñador gráfico, aún no se usaba ese término prestigioso, era tan solo dibujante publicitario. Tenían una maquinaria muy artesanal, pero imprimían sobre cualquier superficie. Dibujaba con tienta inactínica sobre papel vegetal para que sacaran la matriz con la insoladora.
Además de sacarme unas pesetas, que me venían de maravilla a esa edad, aprendí mucho: en primer lugar que la primera idea no vale nunca, aunque ya estuviera en "arte final" el cliente siempre tenía un pero y había que repetir y, aunque fuera un latazo, después de cuatro o cinco versiones era evidente que el resultado estaba mejor que lo primero. En segundo lugar que uno no puede ir con "su estilo" sino que hay que adecuarse, no tanto al cliente, sino a las características de la entidad y del público al que se dirige
Desde entonces he hecho multitud de trabajos relacionados con el tema; muchísimos perdidos -soy un desastre-. Algunos cobrando y muchos más gratis con la idea de dignificar las actividades que se hacen en los institutos por los que he ido pasando
En este enlace se pueden ver algunos de los que he hecho últimamente para el Centro del Profesorado, en donde desarrollo mi actividad crematística básica.

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