jueves, 29 de diciembre de 2011

PUESTA EN VALOR DE UN MONUMENTO POPULAR

Hace poco recibí una grata sorpresa. Me localizó un tal Vicente Millán, profesor de un Instituto de San Vicente en Alicante (ventajas de estar en la red) que investiga la historia reciente de la zona. La escultura que se hizo aquel verano del 75 vuelve a tener protagonismo. La Asociación Cultural SEQUET PERÒ SANET ha editado un libro en el que han dedicado un capítulo a esta historia:

5. LA MATERNIDAD: LA ESCULTURA DE LA COLONIA. “AQUEL VERANO” DE CARMELO LÓPEZ DE ARCE.                                          
                         (ver la crónica de esta historia en la columna de la derecha)

           








En el Barrio Santa Isabel se localiza la escultura más antigua de las expuestas al aire libre en el municipio (obviando la fuente obelisco de la Plaza de España). Se sitúa en una placita que constituye una especie de núcleo ciudadano con la presencia de diversos bares, una carnicería, un establecimiento de comestibles, el estanco y el local de la Hoguera Santa Isabel. Su misma existencia es prácticamente ignorada por la práctica totalidad de los sanvicenteros.  Pocos saben situar su origen, aunque viven vecinos que recuerdan a un joven, empeñado, bajo un sol de justicia, en medio de un pedregal entre bloques de pisos de la España desarrollista, en dar vida a la piedra.
En aquella mitad de la década de los setenta el arte nacía de y para la sociedad.  Y en la Colonia del año 1975 (el de la muerte de Franco) se produjo una perfecta ejemplificación del artista que se identificaba con los anhelos de la colectividad. Después el pueblo rebautiza la obra, la interpreta, recuerda o mistifica su origen:

“Hubieron varias manifestaciones por no haber semáforos o por no asfaltar las calles; el barrio era una piña […] Y llegaron las manifestaciones, porque el ayuntamiento no les escuchaba, los ignoraban aunque supiesen que por no haber semáforos hubieron varios muertos [...] En uno de los incidentes una chica embarazada se metió entre policías y amigos que defendían lo mismo que ella; la empujaron con tan mala suerte que perdió el bebé […] Después de esto hicieron una plaza en medio del barrio llamada la “Plaza del Parto”, con un monumento en el centro en recuerdo de aquello que pasó […] El monumento es un cuerpo de embarazada de piedra […] Hoy en día no lo cuidan”.

Gracias a las referencias orales se pudo datar la fecha aproximada de cincelado de la escultura. La consulta con la prensa alicantina de la época ha permitido conocer al autor de la obra, Carmelo López de Arce, y la fecha exacta de la inauguración de la misma que fue el sábado 6 de septiembre de 1975. A partir del conocimiento del nombre del autor, los coordinadores de esta publicación, han podido contactar con Carmelo, y conocer la existencia en su blog de un artículo “Aquel verano”, referido a su breve pero intensa estancia en la Colonia Santa Isabel, solicitó su autorización para su inclusión en esta publicación. El artista describe, de una forma magistral, el proceso de la génesis y elaboración de la escultura Maternidad, en el contexto de un barrio en construcción y unos vecinos que lucharon ante todo por su dignidad como seres humanos.
Carmelo López de Arce sigue actualmente esta línea que inició en la Colonia de arte referenciado a movimientos ciudadanos y colectividades. Abrió la puerta del piso en la Colonia a los niños del barrio, que allí acudían en aquel verano de 1975 (el final y el principio de tantas cosas) a dibujar en una improvisada academia de arte. Aquí, con la reproducción del texto “Aquel verano”, el artista permite a los vecinos y lectores, una aproximación emotiva pero lúcida al proceso de creación y de transmisión de la obra de arte.


            Hoy la Maternidad sigue en pie, desafiando a los cambios urbanísticos, sociales y políticos del Barrio. También a la climatología de los otoños traidores del Mediterráneo, con sucesivas inundaciones provocadas por la “gota fría”, que anegan el barrio, construido en una zona de riesgo. Se han eliminado las pinturas que la ensuciaban, pero su existencia misma parece un milagro, con motos que se apoyan en ella, vasos de cubatas abandonados en sus bordes, niños que intentan trepar hasta la cúspide. Las mujeres luchadoras de la Colonia o ya no están, o se fueron a otros barrios y calles de San Vicente o de Alicante, o, sencillamente, se cansaron de tanta lucha. A ellas se dedicaba la escultura y así se señalaba en la placa que figura en la base: “A las mujeres de la Colonia”.  Sin sus defensoras, ¿quién cuidará Maternidad?
             

                                                          La escultura MATERNIDAD de Carmelo López de Arce (Octubre de 2011)





Placa con la dedicatoria : “A las mujeres de la Colonia Santa Isabel”

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